El Consejo de Ministros del pasado viernes concedía un indulto al vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, en su primera reunión tras las elecciones del 20-N. La concesión conmuta la pena de arresto mayor y la suspensión del ejercicio profesional porla multa máxima prevista para este caso que sería alrededor de 144.000 euros.
La multa es lo que Sáenz se gasta en un fin de semana de vacaciones, ya que cobra al año nueve millones de euros.
Sobre la decisión del Gobierno sobran los comentarios, veremos cuánto tarda el PSOE en recuperarse de ésta. Mientras, el PP, que no ha tenido que comerse el marrón, dice que no sabía nada del tema, en otro ejercicio de cinismo atroz. Sabiendo o no sabiendo, no ha dicho ‘ni mu’. Los medios de comunicación en los que la publicidad del Santander se hace notar en sus cuentas de resultados han ido apagando la noticia y, sobre todo, los foros de comentario de la misma, ya que la Red estaba que echaba humo. En fin, de vómito.